Hacer de campesino me viene de tradición familiar. Decidí hacer ecológico, porque por aquel entonces vi que estábamos aplicando demasiados productos químicos y que podíamos hacer las cosas de una manera diferente para no perjudicar al medio ambiente, siendo más respetuosos con la fauna y flora del entorno. Así que siguiendo este interés, empecé a hacer ecológico en 2012.
La ADV me sirve mucho en el ámbito de asesoramiento de plagas y enfermedades, porque en lo ecológico debes ser más previsor y tener otra mentalidad, más abierta y tolerante frente a las plagas, pensando que lo que queremos generar es un equilibrio del medio. A su vez formar parte de la ADV es interesante, porque me ha permitido estar en contacto con compañeros con las mismas inquietudes, así como poder intercambiar puntos de vista y conocer gente que se dedica al mismo. A veces es necesario, puesto que no todo el mundo entiende lo que estás haciendo y se hace difícil poder compartir conocimientos (hablar de fitoseidos, márgenes florales, osmias,… entre otros). Me gusta pensar en trabajar y construir en red entre personas.
Tengo manzanas que se comercializan desde la cooperativa. Empieza la manzana Gala a mediados de agosto, que se hace con una semana, y después en septiembre llega la Golden. Seguirán los almendros, el olivo a mediados de septiembre y algo de cereal (trigo panificable y veza).
Mi granito de arena se dirige a intentar que la naturaleza recupere equilibrio y favorecer la biodiversidad, así como intentar gastar los mínimos insumos posibles y reducir la huella ecológica vinculada al transporte de la producción. Actuar en el camino para ser autosuficientes y disfrutar de una soberanía alimentaria, divulgar la idea de diversificar la alimentación, reducir los consumos innecesarios y evitar el uso ingente de combustibles fósiles.