Cuando empezamos este proyecto sólo queríamos recuperar una finca de la familia de Anna en Maldà, que antiguamente había sido plantada de olivos y que hace 40 años se arrancaron para plantar cereal, sin más intención que llevar la cosecha a la cooperativa del pueblo.
Pero nos hemos ido animando y hemos optado por hacer un producto de mucha calidad, cosechando por adelantado y cuidando todo el proceso en todos sus momentos: cultivo, cosecha, molida y embotellado del aceite y su presentación comercial.
Con este objetivo no se entendería que la producción no fuera ecológica y así decidimos en 2018 empezar la conversión a ecológico, ayudados por los técnicos de la ADV de Producció Ecològica de Ponent.